sábado, 21 de julio de 2007
parafábula (0)
El texto tomaba dos caminos. Dos historias. Por un lado la historia de Santiago, y por el otro, lo que pasaba era la contracorriente: la historia que él imaginaba de sus padres. Suceden dos caminos, entonces. El devenir del tiempo enmarca dos cosas, el final del tiempo para estos dos personajes, como el fin del tiempo narrativo en tanto escritura. La prolongación de alguna de ambas componendas supone la ampliación de la otra. Hay una necesidad que quiere negar la posibilidad del final. Quizá se deba a una incertidumbre fundamental. No se sabe cómo termina el camino.
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